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domingo, 20 de diciembre de 2015
sábado, 19 de diciembre de 2015
El Palacio de Monserrate, en Sintra
Fuente: http://www.porconocer.com/portugal/el-palacio-de-monserrate-en-sintra.html
El Palacio de Monserrate, en Sintra
La Quinta de Monserrate era una finca propiedad de un comerciante inglés que, tras una visita del poeta Lord Byron, comenzó a tomar fama entre los pudientes británicos. Tal es así que, a mediados del siglo XIX, la propiedad la adquiere otro inglés, llamado Francis Cook, con la intención de devolverle el esplendo perdido tras años de abandono.
Este rico comerciante se hace con los servicios de un arquitecto británico, James T. Knowles, y le encarga transformar el antiguo palacio y los jardines de la finca. Así es como nace el Palacio de Monserrate y su parque, uno de los mejores ejemplos del romanticismo portugués y una visita de lo más interesante en la localidad de Sintra.
La finca se encuentra a unos kilómetros del centro de Sintra y abre para su visita todos los días. El palacio abre entre las 9:30 y las 19:00 horas, mientras que el parque abre a la misma hora y cierra sobre las 20:00 horas. El precio de la entrada para los adultos es de 8 euros, aunque existe la posibilidad de combinar con la de otros rincones por ver en Sintra, como elPalacio de la Pena, y así ahorrar algunos euros en tickets.
Adquirido por el Estado a mediados del siglo XX, el palacio fue declarado Bien de Interés Público algunos años más tarde. Las cúpulas rojas y una decoración de lo más exótica y pintoresca, con influencias mudéjares e hindúes, son lo más característico de este edificio que es relativamente pequeño y se recorre en poco tiempo.
La visita se complementa con un paseo a los jardines creados por William Stockdale y Francis Burt. A lo largo de sus más de 30 hectáreas, daremos una especie de paseo por todo el mundo ya que tiene plantas de países de todos los continentes, en un parque en el que no faltan fuentes, cascadas y estanques
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Lisboa top 10 lugares imprescindibles que ver
Fuente: http://unavidadeviaje.com/lisboa-top-10-lugares/
Lisboa top 10 lugares imprescindibles que ver
LISBOA TOP 10:
A continuación os vamos a enseñar nuestro top 10 de lugares y cosas que hacer en la magnífica ciudad de Lisboa, aunque decir sólo 10 se nos queda corto. La capital portuguesa es ideal para visitarse en cualquier época del año con su clima moderado, aunque es algo más especial en épocas de sol para poder contemplarla en todo su esplendor y además poder pegarse algunos baños en su costa.
Para llegar a Lisboa, la compañía Easyjet tiene precios muy buenos y hace bastantes rutas a España. Podéis ver sus rutas y encontrar grandes ofertas AQUÍ.
1 – Torre de Belem
Esta torre es uno de los emblemas de Lisboa, y una de las postales más conocidas de la ciudad portuguesa. Construida a principios del siglo XVI y de estilo manuelino, se encuentra situada en ladesembocadura del río Tajo, en el barrio lisboeta de Belem, a unos 5-6km del centro, al cuál se puede llegar cómodamente en tranvía, autobús o en tren (aunque la parada de éste está un poco más lejos). Un lugar maravilloso para hacer fotografías, y al que se puede entrar y subir hasta la terraza (previo pago de 5€) y contemplar unas preciosas vistas. Eso sí, suele haber grandes colas para entrar. Además de la Torre, muy cerca se encuentra otro lugar emblemático que no hay que perderse como es el Monumento a los Descubrimientos con la Rosa de los Vientos pintada en el suelo, y en la acera de enfrente nuestro siguiente Top.
2 – Monasterio de los Jerónimos
Ubicado también en el barrio de Belem es una de las visitas más importantes de Lisboa. El monasterio, terminado en el siglo XVI y declarado Patrimonio de la Humanidad fue construido para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. Su fachada es realmente grande con más de 300 metros, su Iglesialo forma una nave única sujetada por 6 columnas y el claustro es totalmente imperdible. La entrada al monasterio es de 7€, pero hay que tener en cuenta que los domingos por la mañana es gratis y que los lunes cierran.
3 – Castillo de San Jorge
Este castillo, conocido en portugués como Castelo de São Jorge y antiguamente como Castelo dos Mouros, se encuentra en lo alto de la colina, por lo que una vez dentro, las vistas hacia la ciudad y hacia el Tajo son realmente buenas. El complejo es bastante grande, comenzando por el Arco de San Jorge, sus torres, patios de armas, jardines.. La entrada normal es de 8,5€.
4 – Plaza de Rossio y Plaza de Comercio
La Plaza del Rossio, realmente llamada Plaza Don Pedro IV, está situada en el barrio de la Baixa y es el centro neurálgico de la capital portuguesa. Es una de las zonas más animadas y en ella se encuentra la estatua de Pedro IV de Portugal el Rey Soldado, el Teatro Nacional Doña María II, la estación de tren de Rossio y dos grandes fuentes, y los alrededores están llenos de tiendas, bares y restaurantes. Por el sur se entra en la Rua Augusta, calle peatonal rebosante de vida que termina con el flamante Arco Triunfal en la Plaza de Comercio, conocida en portugués como Praça do Comércio, la plaza más importante de Lisboa y en la que se encuentra la estatua de José I. Desde aquí se puede contemplar el río Tajo y tener una buena vista del famoso Puente 25 de Abril.
5 – Miradores de Lisboa
Lisboa es una ciudad de cuestas, calles muy empinadas y colinas, lo que hace que desde ciertos lugares se puedan contemplar maravillosas panorámicas de la ciudad, estos son los llamados Miradouros.
El impresionante Senhora do Monte cerca de la Iglesia de San Roque, los miradores de Santa Lucía yPortas do Sol en la Alfama, San Pedro de Alcántara en el Barrio Alto, Santa Catalina al que se llega desde el elevador de bica, de Gracia muy cerca del Castillo de San Jorge, el propio castillo, y otros en edificios como la parte alta del Monumento a los Descubrimientos, desde Santa Justa, desde el Panteón Nacional, el Arco de la Rua Augusta y muchos otros.. ¡no será por falta de miradores!
El impresionante Senhora do Monte cerca de la Iglesia de San Roque, los miradores de Santa Lucía yPortas do Sol en la Alfama, San Pedro de Alcántara en el Barrio Alto, Santa Catalina al que se llega desde el elevador de bica, de Gracia muy cerca del Castillo de San Jorge, el propio castillo, y otros en edificios como la parte alta del Monumento a los Descubrimientos, desde Santa Justa, desde el Panteón Nacional, el Arco de la Rua Augusta y muchos otros.. ¡no será por falta de miradores!
6 – La Alfama
El barrio de la alfama es el más antiguo de Lisboa. Se encuentra en la ladera del Castillo de San Jorge y es un barrio muy peculiar, lleno de olores y con toda la esencia de Lisboa. Lo mejor para recorrer este barrio es perderse sin prisas por sus empinadas calles y sus laberínticos rincones, descubriendo lo que te ofrece a cada vuelta de esquina. Y además, otra cosa importantísima del barrio es ser la cuna del Fado. Allí se encuentra el Museo del Fado y numerosos locales y restaurantes que ofrecen amenizar las tardes-noches con la característica música portuguesa.
7 – Sé, la Catedral de Lisboa
La Catedral Santa María Maior, más conocida como la Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua de la ciudad, del siglo XII. Ha sido reconstruida varias veces por causa de diferentes catástrofes, como la del gran terremoto de 1755. El claustro tiene un cierto parecido al monasterio de los Jerónimos, aunque más pequeño y en el que conviven distintos estilos arquitectónicos. En la parte superior se encuentra el tesoro, con trajes, joyas y reliquias de diferentes épocas. La entrada a la catedral es gratuita pero para entrar al claustro y al tesoro hay que pagar 2,5€ cada uno.
8 – Elevadores, ascensores, tranvías..
Una de las maneras más auténticas de recorrer Lisboa es utilizar sus tranvías, montarse en los ascensores y subir en sus elevadores. Los elevadores-funiculares más conocidos de Lisboa son: Elevador da Glória (el más conocido, se llega al Barrio Alto en San Pedro de Alcántara desde la plaza de los Restauradores),Elevador da Bica (para ascender al Barrio Alto) y Elevador do Lavra (el más antiguo de Lisboa, de la calle Câmara Pestana al Largo da Anunciada). Y por supuesto el más conocido, el Elevador de Santa Justa, construido por Ponsard, discípulo de Eiffel, y que se ha convertido en una auténtica atracción con sus magníficas vistas desde arriba. Y como tranvía destaca el 28, conocido como el tranvía nostálgico, un tranvía de madera que recorre 10km y que lo usan miles de turistas a diario.
9 – Parque de las naciones
En el Parque de las Naciones se celebró la Expo de 1998 y se crearon numerosas actividades culturales y edificios de arquitectura contemporánea, convirtiéndose en una zona de ocio para los lisboetas. Se llega por la Estación de Oriente, obra del español Santiago Calatrava, que también tiene la parada de Metro Oriente y un intercambiador en el que se sale atravesando el centro comercial Vasco de Gama. Y en esta zona se encuentra el Oceanário, uno de los acuarios más grandes de Europa, con tiburones cebra, rayas, barracudas, estrellas de mar gigantes y muchísimas especies marinas del mundo (14€); el Centro de Ciencia Viva, ideal para ir con niños; la Torre Vasco da Gama; el Pavilhão de Portugal; Teatro Camões.. numerosos edificios más y el larguísimo Puente Vasco da Gama, además del teleférico al que se puede subir para recorrer la ribera del Tajo.
10 – Pasear por sus barrios
Qué sería de Lisboa sin caminar y caminar a través de sus callejuelas por sus diferentes barrios.. además del antiquísimo barrio de la Alfama, del barrio de Belem y de la moderna zona del Parque de las Naciones de los cuales ya hemos hablado en este top, en Lisboa se encuentran los famosos barrios de La Baixa (el más céntrico y con mayor número de atracciones y lugares famosos, como la Avenida de Liberdade, la Plaza de los Restauradores o los ya comentados Plaza del Rossio, Plaza de Comercio y elevador de Santa Justa), el barrio de Chiado (barrio bohemio con varios museos, la Praça Luís de Camoes, calles do Carmo y Garret, el café a Brasileira..) y el Barrio Alto (vanguardista, moderno, lleno de bares y de ambiente nocturno y con preciosas vistas desde el mirador de San Pedro de Alcántara).
Un top rebosante de lugares y cosas que hacer, pero que no queda ahí, pues además se pueden visitar varias muy interesantes Iglesias, museos, mercados.. acercarse a las playas de la costa de Caparica, subir un poco al norte para ver Cascais y Estoril, y sus famosas playas como la de Carcavelos o el Guincho, acercarse al Cabo da Roca en el extremo más oeste de la península, ir a la mágica ciudad de Sintra, a la religiosa Fátima.. y muchos muchos otros lugares que hacen de Lisboa un lugar indispensable para cualquier viajero.
viernes, 11 de diciembre de 2015
Visitar Belém en Lisboa, Portugal
Fuente: http://www.vero4travel.com/2015/11/visitar-belem-lisboa-portugal.html
Visitar Belém en Lisboa, Portugal.
3Que visitar en Belém, Lisboa, Portugal
Santa Maria de Belém, es una de las freguesias, es decir, barrios o distritos de Lisboa más conocidos. Aquí podemos encontrar la mayoría de monumentos más representativos de Portugal en el extranjero como por ejemplo el Monasterio de los Jerónimos, el monumento a los descubridores y la torre de Belém, aunque parezca mentira ese no es su mayor atractivo, Belem es un lugar donde la cultura, ciencia, gastronomía y la arquitectura se dan cita para recordarnos el significado de la palabra saudade que podríamos establecer un paralelismo con la crisis del 98 que sufrimos en España.
Visitar Belem en Lisboa es sentir una hegemonía en forma de poder que nunca más va a volver, durante varios siglos Portugal impuso su cultura y lengua en tierras tan lejanas como Goa (India), Macao (China), Brasil, Angola, Mozambique o Cabo Verde entre otros muchos lugares. No hay ningún otro lugar en Portugal que nos recuerde tan directamente los navegantes, exploradores y ciudadanos portugueses que abandonaron su país para establecer su morada en otro lugar. A pesar de todas las barbaries que supuso para el pueblo colonizado, Portugal representa con orgullo, alegría y éxito las hazañas de Vasco de Gama y del resto de navegantes, sinceramente me gustaría ver en España unos monumentos tan representativos como los de Belém, por ejemplo, podría ayudar a impulsar el turismo en Cádiz si existe una gran inversión ya que la estatua a Blas de Lezo se queda un poco corta.
Siguiendo con la realidad y lo que nos importa hoy en día, no te puedes ir de Belém sin visitar la pastelería-fábrica más famosa del país. Aquí os servirán estos pasteles rellenos de una receta secreta que solamente conocen dos personas en el mundo, como si se tratase de la mismísima Cocacola!!!. La receta fue creada hace más de 200 años por las monjas del Monasterio de los Jerónimos y aunque hoy en día existen muchas imitaciones en Lisboa, ningún pastel sabe igual que los recién preparados y calentitos en el que es uno de los lugares más extraños en cuanto a distribución de los que he visitado nunca, habitaciones en forma laberíntica que nos van ofreciendo diferentes sensaciones y emociones para detenernos y degustar un delicioso café mientras esperamos a los pasteis. El precio de los pasteles de Belem es de 1,05 euros cada uno, no me extraña del lleno prácticamente durante todo el año, aunque, en temporadas de alta visita de turistas a Lisboa no hay ni una silla disponible y la cola para llevar llega a taponar la calle. Os dejo con un vídeo grabado por nosotros, donde podéis observarlo.
Una vez hayamos disfrutado y degustado los pasteles sigamos por “lo desconocido”, en el parque Vasco de Gama, se encuentra una recreación de un templo asiático. Se trata de un regalo del gobierno de Tailandia a los habitantes lusos con motivo del 500 aniversario de las relaciones bilaterales entre ambos países. El templo cuenta con muchos detalles, entre ellos la bandera de Portugal y Tailandia con un barco en medio, mostrando que gracias a la navegación tuvieron un intercambio de cultura y productos en el siglo XVI.
Monumento a los descubridores.
Previamente he descrito las sensaciones y emociones al visitar uno de los monumentos con más encanto y magia de todo el continente. Se trata de un monumento con una estructura de proa realizado en piedra contruido para conmemorar el quinientos aniversario de la muerte de Enrique el navegante. Esta obra colosal hace honor a todos los que participaron en los descubrimientos, como podemos observar en la siguiente imagen, cada una de las personas lleva un ropaje y una simbología diferente dependiendo de la clase social o la profesión que desempeñaban, en ella aparecen descubridores, reyes,pintores, escritores, escribanos, capitanes pero de todos ellos destaca uno y es el homenajeado, Enrique el Navegante con su barco y el mundo entre sus manos.
Monasterio de los Jerónimos
Aunque muchos lo conocieron porque en este lugar se firmó el Tratado de Lisboa en el año 2007 en el que la Unión Europea reformó algunas denominaciones y tratados vigentes hasta entonces, su verdadera importancia radica en que fue fundado en 1501 para conmemorar el regreso de Vasco de Gama de la India, aprovecho para invitaros a visitar su interior que también merece la pena- el templo religioso puede visitarse sin pagar entrada-.
Torre de Belém
A orillas del río Tajo (Tejo en portugués) podremos encontrar esta edificación que es patrimonio de la humanidad. A priori, puede llegar a parecernos “poca cosa” comparada con el resto de monumentos en Belém, pero su ubicación está cargada de simbolismo, fue uno de los lugares indicados donde los descubridores iniciaban su ruta hacía América, Asía o África y data del siglo XVI.
Primer vuelo al atlántico sur desde Europa
¿Sabías que en 1922 se realizó el primer vuelo transatlántico entre Lisboa y Rio de Janeiro que duró 79 días? La razón no es otra que este avión realizo múltiples paradas, entre ellas, una en Gran Canaria. La duración total del vuelo fueron 62 horas y 26 minutos habiendo recorrido 8.383 km. Los aviadores portugueses Carlos Viegas Gago Coutinho y Artur de Sacadura Freire Cabral fueron los encargados de esta hazaña para conmemorar el primer aniversario de la independencia de Brasil. La réplica de esta avioneta se sitúa entre el Monumento a los descubridores y la torre de Belém.
Puente 25 de Abril.
Inaugurado en 1966 sobre el río Tajo fue bautizado entonces como puente Salazar en honor al dictador, no obstante, una vez pasado el golpe militar en 1974, fue renombrado como el 25 de Abril en honor a la revolución de los claveles. Es indudable el parecido entre el Golden Gate en la bahía de San Francisco y el puente de Lisboa.
Cristo Rey
Pero… ¿os habéis fijado a la derecha de la imagen? En esta ocasión hemos vuelto a viajar al continente americano, concretamente a la que fue capital de Portugal durante la invasión napoleónica, Rio de Janeiro. Lisboa también cuenta con su Cristo Redentor (llamado Cristo rey de Lisboa), según nos dijeron, fue construido a final de la II Guerra Mundial ya que previamente los obispos estuvieron rezando para que Portugal no participase en la contienda y una vez acabada esta, el dictador Salazar decidió construir este monumento en honor a las plegarias de los obispos.
¿Cuánto tiempo necesito para visitar Belém?
Sinceramente considero que esta freguesia se puede visitar tanto en una mañana como en una tarde, apenas unas horas nos servirá para ver los tres monumentos principales y pasear por su parque. En las tres ocasiones que he viajado hasta Lisboa he visitado Belém y la última de todas fue muy especial ya que fui caminando desde la capital lusa hasta aquí paseando por el que con total certeza ha sido el paseo más romántico e inolvidable de toda mi vida viajera, si deseas saber más sobre esta ruta no te pierdas San Valentin en Lisboa
¿Cómo ir de Lisboa a Belem?
La manera más auténtica y sencilla de visitar Belém desde Lisboa es haciéndolo en Tranvía, el número 15 desde la plaza del comercio hasta Belém tiene un coste de 2,85 euros por trayecto. Si quieres saber más no te pierdas el artículo ¿Cómo ir de Lisboa a Belém?
¿Dónde dormir en Lisboa?.
Debido a nuestra en la capital consideramos que es mejor pernoctar en la capital lusa y visitar Belém durante un día ya que en Lisboa hay muchos lugares para visitar y bastante ambiente nocturno por si deseamos acudir a un club de Fado en Alfama, tomarnos un mojito en el barrio alto o disfrutar de los clubs que sitúan donde la Expo entre otros factores. Nosotros nos alojamos en un apartamento de Lisboa concretamente en Alfama, uno de los barrios que sobrevivió al terremoto que azotó y destruyó la capital.
Dormir en Alfama nos maravilló, tener la oportunidad de ser un vecino en uno de los barrios más característicos de Lisboa es algo inolvidable, además teníamos una pequeña pero interesante terraza con unas vistas excepcionales, por cierto… todas las imágenes son de Enero ¿Quién dice que llueve y hace frío al comienzo del año?
viernes, 4 de diciembre de 2015
Tres días en Lisboa: la perla portuguesa se renueva
Fuente: http://turismo.perfil.com/46833-tres-dias-en-lisboa-la-perla-portuguesa-se-renueva/
Tres días en Lisboa: la perla portuguesa se renueva
Más antigua que Roma, la capital portuguesa podría revelarse como esa ciudad donde todo lo viejo es nuevo
Tres días en Lisboa: la perla portuguesa se renueva
Más antigua que Roma, la capital portuguesa podría revelarse como esa ciudad donde todo lo viejo es nuevo
Todo lo viejo es nuevo otra vez en la capital portuguesa. Espacios y estructuras decaídas renacen elegantemente en toda la accidentada metrópolis del río Tajo. Mercados abandonados han sufrido ambiciosas renovaciones y son los lugares más nuevos de la ciudad para cenar y beber. Viviendas urbanas anteriormente decrépitas ahora albergan los centros de compras indie más chic de Lisboa y las alguna vez sospechosas zonas portuarias florecen con vida nocturna. Hasta la sosa plaza central y el inutilizable muelle adyacente han sido arreglados para pasear. Al mismo tiempo, los encantos clásicos de la ciudad, desde museos de arte hasta mansiones de grandes industriales, permanecen hermosamente intactos, complementando a sus rejuvenecidos vecinos.
Día 1. Aire de mar
Durante años, la plaza monumental del siglo XVIII, Praça do Comércio, estuvo rodeada por aburridas oficinas gubernamentales. Sin embargo, durante los últimos años los íconos de la plaza (un arco del triunfo y una estatua del rey Dom José I) fueron renovados, y un número de cafeterías y boutiques les hacen compañía. La terraza al aire libre del Museu da Cerveja tiene vistas encantadoras además de cervezas de Portugal, Brasil, Mozambique y otras tierras de habla portuguesa. Por ejemplo, La Templarium (euros 5), prueba de la tendencia en evolución de cervecerías artesanales portuguesas.
Sórdida y cubierta de basura, la vecina franja costera languideció durante años. Gracias a una limpieza municipal reciente, la costa ahora es frecuentada por gente que corre, ciclistas y personas que van de picnic para aprovechar el nuevo camino alineado con árboles. Los ciudadanos del mundo del arte quizás reconozcan el colorido barco Trafaria Praia. Cubierto con azulejos tradicionales azules y blancos y lleno de elementos destellantes que evocan al mar, el ferry fue concebido por la artista Joana Vasconcelos y formó el pabellón portugués en la Bienal de Venecia 2013. Entre marzo y octubre, la embarcación ofrece un paseo panorámico de una hora a las 11, 15 y 18.
¿Dónde se pueden comer ternera cruda, pulpo, jamón, almejas, helado de mango y licor de ginja? En el Mercado da Ribeira. La mitad de la estructura del siglo XIX (que todavía alberga puestos con miles de productos) fue ocupada en 2014 por la revista Time Out y elevada a patio de comida neoindustrial, donde chefs lisboetas de primera y múltiples bares ofrecen sus productos. O Prego da Peixaria sirve suculentos sándwiches calientes de carne.
Un maremoto de nuevos bares sigue lavando las calles costeras del distrito de Cais do Sodré. Las noches más atrevidas se despliegan en Pensão Amor, que sugiere al copetudo salón de un barón libertino. Retratos nudistas, pinturas orientalistas, manuales de Kama Sutra y hasta una lectora de tarot atestan las salas, mientras que el extenso menú de cócteles anima aún más la noche.
Día 2. Mansiones y bidet
Algunas de las mejores cosas de la vida no son gratis. Jarrones de porcelana china de la dinastía Qing. Pinturas de Pieter Bruegel el Joven. Fuentes de agua de mármol de Versalles. Afortunadamente para los que visitan Lisboa, el extinto empresario António de Medeiros e Almeida tenía bolsillos grandes, sed de artículos exquisitos y una mansión de finales del siglo XIX preparada para rebosar de artes decorativas.
Mientras recorre los pisos de mármol de Casa-Museu Medeiros e Almeida, puede mirarse en los espejos dorados de Thomas Chippendale; admirar alfombras del siglo XIX traídas del Camino de la Seda; orar en un altar tallado en Goa, y admirar un bidet de porcelana azul hiperdecorado.
Resplandeciente con arcos en forma de herradura, pisos geométricos de mosaico, espirales arabescas de yeso y otras florituras moriscas, la abandonada mansión del siglo XIX que está del otro lado de Praça do Principe Real renació en 2013 como una “Galería de Compras Conceptual” neosultanesa que se llama Embaixada. Las majestuosas habitaciones están ocupadas por boutiques y marcas locales.
Día 3. Pesadillas
Los domingos son tranquilos en Lisboa, a menos que descubra la Sala 61 del Museu Nacional de Arte Antiga, un depósito de excelentes pinturas europeas. Esta galería particular sacude el alma con obras impactantes de Lucas Cranach el Viejo, Alberto Durero y Hieronymus Bosch, quien con su obra Tríptico de las tentaciones de San Antonio desencadena una febril pesadilla de monstruos y libertinos en un feroz Apocalipsis. En el café del jardín, con vistas al río, podrá recuperarse y brindar una mirada final a esta ciudad siempre en evolución.
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