No es casualidad que Lisboa se haya convertido en los últimos años en uno de los destinos preferidos de los enamorados
para casarse o pasar suluna de miel. La capital portuguesa destila romanticismo y para confirmárnoslo nos encontramos con uno de los privilegiados testigos de este fenómeno,
Pedro Vilela, un artista lisboeta que se ha convertido en el fotógrafo preferido de cientos de parejas que cada año viajan a Lisboa
para sellar su amor o captar un momento mágico. “Lisboa embriaga con su luz”, nos cuenta Pedro, cuya clientela ya es más del 50% extranjera: rusos, ingleses, estadounidenses…
todos quedan subyugados por el melancólico romance que propicia la ciudad de las Siete Colinas.
Deslumbrantes ventanales de la ciudad, los miradores son el lugar perfecto para, como dicen los portugueses: “namorar”. Déjate hechizar por la magia de la luz atlántica que salpica los edificios en una paleta de colores imposibles en el Mirador das Portas do Sol, el mirador por excelencia del barrio de Alfama. No dejes de contemplar la inmensidad del Tajo, en el de Santa Luzia, justo al lado, mientras los acordes de un guitarrista, mitad músico, mitad poeta, te transportan a otro universo.
Si quieres huir de las multitudes te recomendamos el
Jardim do Torel, medio escondido en el Bairro da Pena. Disfrutarás prácticamente en total intimidad de unas soberbias vistas de la ciudad.
Uno de los secretos aun mejor guardados.
Y si buscas sorprender a tu pareja, qué mejor que un espectacular mirador en la
Avenida 24 de Julho, totalmente privado… Es el llamado
Quinto Andary se encuentra en una casa compartida por un grupo de amigos. Para solicitar una visita tendrás que ponerte en contacto con
Sofia R. a través de la web
LX UP que promueve la búsqueda de panorámicas únicas de
Lisboa.
HOTELES PARA DAR RIENDA SUELTA A LA PASIÓN
Desde intimistas palacetes que surgen casi de la nada hasta hoteles-boutique en avenidas señoriales, la ciudad de las Siete Colinas nos ofrece un nutrido elenco de posibilidades para explorar las artes amatorias.
Escenario de excepción de la película
Lisbon Story de Wim Wenders, el
Palacio Belmonte, situado en pleno Barrios de Alfama, es una verdadera joya. Un jardín de ensueño y unas vistas sublimes lo convierten en la opción perfecta para un romántico fin de semana. Reserva la suite del
Padre Himalaya(aunque el nombre de romántico tiene poco), construida en lo alto de una torre romana, y cuyas vistas de la ciudad a 360 grados te dejarán sin habla. ¿Un secreto?
Catherine Deneuve se hospeda aquí siempre que viaja a la capital portuguesa.
Pero si hay un hotel que merece el título del
más romántico de Lisboa ese es, sin duda, el
Santiago de Alfama: sobredosis de vistas en las habitaciones, decoración tan simple como exquisita y una
terraza escondida donde organizar un delicioso almuerzo o cena (no es necesario que te alojes en el hotel), teniendo como únicas compañías:
tu pareja y el mágico entorno del río.
Otra buena opción es el
Palacio Ramalhete, en la
rua das Janelas Verdes. Un palacio familiar convertido en un coqueto hotel boutique en el que se han preservado elementos originales como los techos de estuco y los azulejos pintados a mano en las paredes.
Atmósfera intimista perfecta para el amor.
Si buscas una opción más personalizada te aconsejamos reservar uno de los apartamentos Luxury Suites Liberdade, situados en un imponente edificio del siglo XIX de la señorial Avenida de la Liberdade lisboeta. Champagne y fresas a la llegada para comenzar a recrear una atmósfera sensual. Pero si se te ocurre cualquier otra cosa para sorprender a tu amado o amada, solo tienes que pedírselo a su manager, la simpática Patricia Ortega, para quien nada es imposible.
UN PASEO ROMÁNTICO PARA INMORTALIZAR VUESTRO AMOR
Ya lo dice
Pedro Vilela, nuestro fotógrafo invitado,
Alfama es el barrio más romántico de Lisboa y también el más fotogénico. Con su amalgama de intrincadas callejuelas medievales y sus edificios de color pastel, en Alfama la ropa se tiende en las cuerdas entre los edificios y
los niños juegan al fútbol en la calle. Aquí no es raro escuchar los lánguidos acordes de un improvisado fadista cantando a la
saudade (nostalgia) que,
sin duda, nos inspirarán en las obligatorias fotos para inmortalizar nuestro amor.
Y es en este barrio donde encontramos uno de los lugares más románticos del momento, un bello mosaico que representa el rostro de
Amália Rodrigues, la diva del fado que cantó al desamor como nadie. Cuando llueve se crea un efecto en el que parece que el rostro de la fadista llora. Según los habitantes del barrio se
ha convertido en un lugar de peregrinaje donde los jóvenes se declaran su amor.
UN PASEO EN UN VELERO POR EL TAJO
Cuando el crepúsculo extiende su manto sobre la ciudad de las Siete Colinas, ésta se prepara para mostrar su faceta más romántica en una sinfonía de naranjas y ocres.
¿El mejor lugar para contemplar un atardecer en Lisboa? Sin duda navegando en un velero sobre el Tajo. La compañía
Byx nos ofrece el llamado crucero “Sunset Sensations” solo para dos. I
mposible encontrar algo más romántico.
PARA LOS ROMÁNTICOS QUE BUSCAN ALGO DIFERENTE
Romántico pero, por favor, sin ser demasiado empalagosos. Hemos encontrado (y probado) el plan perfecto. La compañía
Sidecar Touring Co, ofrece rutas por la ciudad en sidecars antiguos en una forma divertida y diferente de conocer la ciudad.
Alguna de las opciones contempla la posibilidad de organizar picnics.
UNA COPA CON VISTAS
Al atardecer es obligatorio tomarse una copa en alguno de los bares/terraza que ofrecen
las mejores panorámicas de la ciudad. Aquí van nuestras recomendaciones. A pesar de que el
Hotel do Chiado, diseñado por el arquitecto
Siza Vieira, ya vivió mejores épocas, sigue fascinando la terraza de su Bar Panorámico donde se pueden ver las parejas haciéndose confidencias en la quietud del atardecer.
El
Wine Bar del
Hotel Memmo Alfama, ya ha sido descubierto por los turistas, pero ni eso quita un ápice de la magia de su vista al atardecer. Y si eres romántico pero sobre todo muy
trendy, no te pierdas
Park, considerado uno de los bares más bonitos de Lisboa.
Una copa de vino mientras anochece es una experiencia casi mística.
UNA NOCHE DE FADO
El fado esta de moda,
Carminho y
Mariza se han convertido en figuras internacionales y con ello, una música que era denostada por muchos portugueses vuelve a ocupar un lugar destacado en la vida cultural del país. Las casas de fado,
antiguos establecimientos un tanto horteras, se han convertido en nuevos templos de la música portuguesa. Además, escuchar fado es uno de los planes más románticos posibles según el mismísimo New York Times. Nuestro sitio preferido es
Sr.Fado (rua dos Remedios 176, Alfama), propiedad de
la fadista Ana Marina y el violista Duarte Santos, donde es posible degustar una fantástica comida tradicional portuguesa al mismo tiempo que se escucha esta música melancólica.
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