Por aqui todo bien, sigo trabajando casi todos los dias pero este mes ya he tenido muchas reservas last minute o sea con un o dos días de antelación. Lo que ha sido bueno pues pensaba que iba a ser un mes de trabajo bastante flaco y así puedo ahorrar dinero para las vacaciones con la madre que va a celebrar su 60º cumpleaños y hay que celebrarle de la mejor forma posible =)
En estos ultimos días he pensado en aquello que podía compartir con mis amigos bloggeros que me acompañan mes a mes y leen mis comentarios. He pensado en compartir alguna información no sobre la región de Lisboa donde vivo y trabajo sino de otros lugares cuya visita recomiendo.
El primer lugar que recomiendo es Marvão que es un lugar especial para mi pues yo nací en Portalegre (donde se hacen las famosísimas y super caras tapicerias de Portalegre) la capital del distrito donde Marvão está ubicado y mis abuelos maternos vivían ahí.
Marvão se encuentra cerca de la frontera española y es un lugar tan bonito que nadie lo olvida nunca. Aunque lo que lo hace especial es su excitante historia que se puede sentir al caminar por sus calles, donde las piedras parecen querer contarnos su pasado. Se nombra Marvão en homenaje a Ibn-Marwan, un árabe que vivió aquí durante muchos años y que desarrolló la región.
Al largo de los siglos tuvo un papel muy importante en la región debido a su localización estratégica a 862m de altitud. Entre los siglos VIII y XII fue ocupada por los musulmanes y entre los años 1160 y 1166 fue reconquistada por el primer rey portugués Afonso Henriques.
Durante la edad media fue uno de los principales puntos defensivos de la frontera portuguesa contra los ataques de los ejércitos castellanos y más tarde durante las guerras liberales entre los hermanos Pedro y Miguel fue un punto estratégico clave de los liberales.
En nuestros días, Marvão no es solamente un pueblo medieval con calles estrechas y casas blanqueadas, sino que además es un lugar con fiestas, tradiciones y misteriosas leyendas… que lo hacen estar vivo.
La leyenda más conocida de la región es la leyenda de Nuestra Señora de la Estrella. Esta leyenda nos cuenta que después de la batalla de Guadalete, en la cual, Rodrigo el último rey de los visigodos fue derrotado por los musulmanes y estos invadieron la península ibérica. Con miedo de los invasores, los habitantes de Marvão huyeron hacia Asturias, uno de los últimos lugares cristianos en la península. Sin embargo, antes de huir escondieron las esculturas de los santos religiosos para evitar que fueran destruidas. Una de estas esculturas era la estatua de Nuestra Señora de la Estrella, desaparecida durante 300 años aproximadamente.
Un día, ya después de la reconquista cristiana, un pastor mientras cuidaba su ganado, vio en el cielo una luz radiante. Atónito y maravillado con el encanto de la estrella, decidió seguirla y ésta le guió hasta una pequeña gruta donde encontró una escultura, la escultura de Nuestra Señora de la Estrella.
En el lugar donde encontró la estatua, se construyó un nuevo convento que más tarde albergó la orden religiosa de los franciscanos.
Esta orden también conocida como orden de Frailes Menores, fue fundada por Francisco de Assis. Francisco pertenecía a una familia muy abastada que tenía una gran riqueza y una gran influencia en la sociedad. A pesar de eso, renunció a sus posesiones para empezar una nueva vida. Juntamente con algunos compañeros fundó una nueva orden cuyos objetivos eran la pobreza, la castidad y la obediencia. Por eso, dedicó su vida a la oración y a medicar, habiendo viajado hacia otros países para conseguir nuevos creyentes. Cuando murió la orden se desarrolló y entró en Portugal durante el reinado de Afonso II. En la historia de Portugal tuvieron un papel muy importante en la educación y en las misiones en las antiguas colonias portuguesas.
En Marvão construyeron el convento de Nuestra Señora de la Estrella con el deslumbrante estilo gótico. Este está decorado con azulejos azules y blancos del siglo XVIII que nos describen la leyenda de la escultura. Actualmente el convento funciona como “Santa Casa da Misericordia”, una institución que pretende ayudar a los pobres y a la gente que atraviesa dificultades económicas.
Justo delante del convento se encuentra una majestuosa cruz manuelina que debido a su belleza fue clasificada en 1922 como monumento nacional. En esta obra prima del siglo XV se puede ver de un lado la escultura de Cristo y del otro lado de Nuestra Señora de la Piedad.
Carretera hacia arriba se entra en la fortificación medieval de Marvão. En medio de sus calles estrechas, descubrimos algunas tiendas que nos muestran la artesanía de la región, que se caracteriza por la utilización de la cáscara de la castaña, así como un pueblo muy simpático y acogedor que está siempre a disposición de ayudarnos y que posee un esplendido patrimonio.
Delante de la entrada principal del castillo funciona en la antigua iglesia de Santa Maria del siglo XIII, un museo que alberga una inigualable muestra de la historia de la región y que tiene exhibidas algunas de las costumbres.
La fortaleza de Marvão que es el símbolo de la independencia y de la defensa del pueblo contra los ataques de los enemigos, todavía se encuentra inalterado desde su última construcción.
En el interior del castillo podemos ver un aljibe que puede abastecer al pueblo con agua hasta seis meses y una imponente torre de homenaje. Sobre esta se disfruta de una maravillosa vista no solo sobre las planicies verdes y tranquilas del Alentejo, sino que además sobre el parque natural de São Mamede, cuyo objetivo es la protección de plantas y animales en vías de extinción, como por ejemplo: el Búho real, el águila culebrera, el águila perdicera, el elanio azul, el tejón europeo y el murciélago.
Pero, la mayor atracción de Marvão es la tradicional fiesta de la castaña, que se realiza en el segundo fin-de-semana de Noviembre. Durante este, Marvão se viste con una encantadora decoración medieval. Durante la fiesta todos beben vino y comen castañas de la región que debido a su calidad son clasificadas como denominación de origen. Tanto el vino como las castañas son un regalo del ayuntamiento para los visitantes que además de eso, aún tienen la posibilidad de visitar una feria de artesanía.
En la fiesta también son muy importantes los concursos de gastronomía de la castaña y de la dulcería de la castaña. Su objetivo es no solo la protección de la gastronomía regional, sino también la propaganda de esta tradición que nos muestra un lado diferente de la cultura portuguesa. La gastronomía de la región todavía nos ofrece muchas especialidades muy sabrosas, por lo tanto si el hambre apremia hay que probar la “açorda”, la “farinheira”, el arroz dulce y las “farófias”.
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